miércoles, 27 de julio de 2016

EVO MORALES: ¿PRESIDENTE INDÍGENA?

Ayar Quispe*
(Texto extraído de: AWQA Nº 2, 2014)
La superestructura, el sistema ideológico del Occidente es una maquinaria férrea, que implacable se apodera del cerebro indio, como la araña de la mosca. Y hace de la persona del indio no un indio, sino un blanco-mestizo…Si llega un indio al Poder, llegará pues como un blanco-mestizo hecho y derecho. La historia es irrefutable. Benito Juárez, Andrés Santa Cruz, Rafael Carrera, Franz Tamayo, cuatro personajes de grandes capacidades llegaron a la Presidencia de la República; y los cuatro indios, indios de carne y hueso, actuaron tal como si hubieran sido blancos-mestizos al ciento por ciento.
Fausto Reinaga, La revolución india
Los “izquierdistas” son políticos astutos, peligrosos y malicioso. Se valen de un sinnúmero de resortes para frenar el derrote-ro de la liberación. Se trata de la aplicación de nuevos métodos, más sutiles, de demagogia social y de embaucamiento político. De esta última, es un buen ejemplo, la “invención” que hicieron de la palabra: “Presidente indígena”. He aquí lo que dice Hugo Moldiz (2009):
[Esta] Bolivia gobernada, por vez pri-mera en su historia, por un presidente indígena y con protagonismo de las clases subalternas (1).
Así, los “intelectuales q’aras” del gobierno nos quieren hacer creer que tenemos, de todo en todo, un “Presidente indígena”, denominado Evo Morales Ayma, en la mal llamada Bolivia. Pero, la invención de “Presidente indígena” no se lo hizo con buenos o sanos propósitos, sino lo hicieron: a) para confundir, desorientar y desmovilizar a los indios oprimidos; y b) para la continuación o conservación de la opresión y dominación colonial.
Los “intelectuales q’aras” del gobierno han inventado la imagen de “Presidente Indígena”, a partir de dos marcadores de identidad: 1) El rostro, y 2) la indumentaria. Si nos referimos al atavío, esta no es un atavío de un aymara o qhiswa, sino es una “chaqueta” de los españoles, de la época colonial. En cambio, el “rostro” es irrefutable, ya que lleva los aspectos físicos del propio indio. De esta forma, Evo Morales se presenta con toda ostentación ante la población, como “Presidente Indígena”; en donde no hay ninguna duda o rechazo. Resulta, sin embargo, que Evo Morales no había sido tan indio como los otros indios, porque cultural y políticamente es “blanco”; es un “indio desindianizado” o q’aratizado; es un indio que está fuera de su pertenencia identitaria. Jupax ina q’araq’ar tuku-takixiwa. Dicho de otro modo: Evo Morales piensa, siente y hace tal como piensa, siente y hace Francisco Pizarro o Vicente Valverde. Quiero ilustrar este aspecto mediante tres ejemplos:
1) El idioma. Evo Morales Ayma desde que se posesionó como Presidente de Bolivia, nunca se lo escuchó hablar (o pronunciar) el idioma aymara, en los lugares aymaras; pese a que se jacta de ser aymara del ayllu Sulka (Cantón Orinoca, Departamento de Oruro) (2) . Solamente ha “chapurreado” el castellano. En este orden de ideas, Felipe Quispe (2011) secunda:
[U]n caso patético está en la vitrina política: es el del estrafalario Evo Morales Ayma, quien no habla ni aymara ni quechua, sólo el castellano, por lo que al igual que los blancos sólo se entiende mediante señas con el pueblo aymara. Ya se sabe y se conoce bien que el idioma es la ideología, y la ideología es el pensamiento. Entonces el Evo que piensa en castellano, es un presidente colonizado, no tiene la esencia y presencia indianista del Ayllu (3).
Se tiene que usar el término “síndrome del avergonzado” para caracterizar la actitud de Evo Morales Ayma. El avergonzado es un tipo de personalidad que está presente entre los indios. Este término viene de la palabra aymara phinq’asitawa; se la emplea básicamente para designar a aquellos indios que por corte-dad de ánimo se niegan a utilizar como aymaras su propia idioma, vestimenta, música, etcétera. A tenor de lo anterior podemos decir en aymara: Yaqhip aymaranakax, kunatsa kawkitsa ina phinq´asipxtanwa. Esta forma de ser del aymara es el resultado de la situación colonial en la que vivimos; donde lo q’ara vale más porque es del opresor y lo indio vale menos porque es del oprimido. En razón de esto, el indio no va preferir lo indio, sino lo q’ara.
No cabe duda, que Evo Morales (al igual que cualquier indio del campo o la ciudad) sufre hondamente (o está contagiado con) el “síndrome del avergonzado”. De ahí que, Evo Morales está más interesado en hablar solamente el idioma castellano y no así el idioma aymara; de esta forma, claro está, quiere mantener en pie la supuesta superioridad del idioma q’ara y, con ello, apoya de forma manifiesta la situación colonial. Es más, Evo Morales con hablar solamente el idioma castellano, no sólo niega a nosotros mismos, sino niega el idioma de nosotros mismos. Es una actitud que va contra lo propio; lo indio.
2) La religión. Resulta interesante asomarse a la actividad religiosa del presidente Evo Morales, para conocer su actitud frente al Dios y la Iglesia de los q’aras. Lo cierto es que Evo Morales no muestra una actitud contra la religión católica, sino es partidario de ella. Parece que esa religión de los q’aras está enraizado profundamente en su ser. De ahí que, tiene (o posee) un espíritu intensamente religioso. A causa de esto, se declara públicamente como “católico”, el 12 de mayo de 2010:
Quiero expresar la verdad: yo soy católico. El día sábado fui a la misa (en memoria) de mi papá y de mi mamá (4).
Con indios menos conscientes (y menos orgullosos) de lo indio, nos encontraremos siempre en desventaja frente al opresor. De hecho, esa fuerza anticolonial que va contribuir a la persistencia y vitalidad de lo indio tiene que nacer de nosotros, de los indios oprimidos, sino vamos a seguir siendo q’aratizados inevitablemente. Pero, Evo Morales nos dirá que el realiza algunas ceremonias y ritos a nuestros dioses, en cada acto político del MAS (u otras similares). Esta actitud y acción que demuestra, no significa que está del todo con la religión cósmica-telúrica(5), sino que es una máscara que se está poniendo momentáneamente con el fin de aparentar (es decir, es simplemente demagogia). También no expresará que también le está defendiendo. No; no es verdad. Que-rerdefender nuestra religión, desde la religión que ha venido del occidente, es pura nadería. Defender lo indio desde nuestra religión cósmico-telúrica, es bañarse con lo nuestro, es ir con los indios oprimidos.
3) El Himno Nacional de Bolivia. El Presidente Evo Morales está “re-colonizando” o “re-bolivianizando” a los indios, pues está obligando a cantar el himno nacional de Bolivia con el puño izquierdo levantado hacia arriba y la mano derecha en el pecho; tal como sucedió en una concentración multitudinaria realizada en Chuquisaca, el 27 de marzo de 2010:
El MAS ha instituido cantar el himno nacional con el puño izquierdo levantado porque representa la liberación y la lucha de nuestros antepasados […]. Así como los militares cantan el himno nacional y los revolucionarios cantamos con el puño arriba […] la próxima que venga voy a empezar a controlarlos. Al primer compañero que no está con su puño izquierdo arriba voy a pensar que es pro yanqui, pro capitalismo, pro imperialismo (6).
Este discurso político de Evo Mora-les, sin duda alguna, exige una mayor lealtad de los indios que son partidarios del MAS hacia el gobierno y, por eso, pretende que sean imitadas el porte (o la seña) de los izquierdistas. No hay nada que pueda impedir esta determinación, porque este hecho colonial que se manifiesta parece ser para el presidente, como algo que así es y así debe ser. Sin lugar a dudas, Morales es prisionero activo de las formas coloniales que sustenta y ama el q’ara. No lo importa si los indios vayan por el camino de la descolonización; lo más importante para él es que canten el himno nacional de Bolivia, “levantando el puño izquierdo en alto”. Esta actitud nos demuestra que la colonización ya no viene del blanco, sino del mismo indio. De modo que, Evo Morales como presidente es un fraude y una traición. Mä sallqa jaqiwa. (En resumidas cuentas, Evo Morales es un presidente colonialista). Para decirlo con las propias palabras de Fausto Reinaga: “(…) en vez de asimilarse al indio, hablando en indio, sintiendo en indio, pensando en indio;… hace lo contrario. Su esfuerzo lo vuelca en asimilar al indio a la sociedad mestiza”(7).
Según el Breve diccionario político (1983), define la palabra himno como aquella “obra poético-musical que glorifica la patria, el Estado, los acontecimientos históricos y sus protagonistas. Es símbolo del Esta-do”(8). De manera que, el himno nacional de Bolivia es un medio de bolivianización. Su canto y letra están construidos solamente con el objeto de crear en el indio un sentimiento patriótico: “el de ser boliviano”. Es una manera sutil y eficaz de hacer olvidar a los indios de su per-tenencia identitaria: “el de ser qullasuyano”. Por tanto, este “himno de los bolivianos” es un himno contra nuestra patria ancestral, llamado Qullasuyu. Vistas así las cosas, no debemos cantar ese (o “su”) himno de nuestros opresores; más bien, tenemos que seguir este mandato de Felipe Quispe Huanca: “Si es del q’ara para el q’ara y si es del indio para el indio”(9). Son palabras que nos van ayudar enormemente a los indios oprimidos a “activar la descolonización”, en este tiempo y espacio. Si esto es así, no guardemos esas expresiones sabias para el silencio, sino tenemos que utilizarlo frecuentemente en este “Tiempo de la opresión”. Y podemos añadir. No es posible ir a la liberación sin buscar y sin mirar la descolonización. El indio tiene que encontrarse con la descolonización. Descolonización es hacer que lo nuestro sea nuestro; es hacer que lo propio sea propio. Por ejemplo, que el Qullasuyu sea Qullasuyu. Sólo así garantizaremos la presencia, permanencia y continuidad de lo que fuimos y somos.
Ahora bien, en los indios hay una actitud diferente hacia el himno nacional de Bolivia, pues ésta por no expresar el sentir, accionar y vivir del indio, no lo cantan y hasta es re-chazado por ser un “himno bolivianizante”. He aquí una muestra de ella: Felipe Quispe Huanca, como ex- Secretario Ejecutivo de la CSUTCB, “cada vez que se llevaba eventos trascendentales, la contestataria Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y sus afiliados de base, al tocar el himno [nacional de Bolivia] no lo cantaban ni siquiera mascullaban en aymara, más bien se callaban. De ese modo, el ente sindical tuvo que obviar y considerar a ese himno como una simple imposición de los opresores a las masas indias”(10). Más todavía. El indio que es partida-rio del indianismo, obviamente, nunca va levantar el puño izquierdo, más bien, levantarán los dos puños (izquierda y derecha) en alto; esto lo realizará cuando está prestando el preceptivo juramento de fidelidad al partido u organización indianista. Este punto también lo ha subrayado Felipe Quispe, haciéndonos conocer un “acto de juramento” realizado en el MITKA, el año de 1978: “[El indio] sella con un acto sagrado, jurando de pie con los dos puños en alto y se transforma en un nuevo militante del MITKA. Con esta actitud, va dejando la ideología colonizante; es una nueva forma de toma de con-ciencia para aquellos personajes que habían pululado en busca de un movimiento político propio”(11). Por supuesto, esta práctica (o acción) nos demuestra que los “indianistas” no “son el eco de ecos, gesto de ges-tos, y gesta de gestas de las corrientes ideológicas, moldes y estilos de Europa…”(12), sino que sienten atracción por lo propio (o lo indio).
NOTAS:
(1) Hugo Moldiz. Bolivia en los tiempos de Evo. Claves para entender el proceso boliviano. México, Ocean Sur, 2009, p. 8.
(2) Luis Báez y Pedro de la Hoz. Evo, espuma de plata. Cuba, Plaza, 2008, pp. 272-273.
(3) Felipe Quispe Huanca. “Resistencia ay-mara”. En: Lois M. Meyer y Benjamín Maldonado A. Comunalidad, educación y resistencia indígena en la era global (Coordinadores). Un diálogo entre Noam Chomsky y más de 20 líderes e intelectuales del continente america-no. México: CMPIO/CSEIIO/Secretaria de Asuntos Indígenas, 2011, p. 110.
(4) http:www.eldeber.com.bo/2010/2010- 05.../vernotaahora.php?id... (consultado el 17-09-2011).
(5) Fausto Reinaga utiliza este término para referirse a nuestra religión.
(6) http: eju.tv/.../evo-compañero-que-no-levante-el-brazo-izquierdo-...- (consultado el 17-09-2011).
(7) Fausto Reinaga. Tesis india. La Paz, PIB, 1971, p. 82.
(8) Breve diccionario político. URSS, Progre-so, 1983, p. 228.
(9) Felipe Quispe utiliza siempre esta frase en sus cursos que realiza sobre la “descolonización.
(10) Felipe Quispe Huanca. El Primer Congreso Indigenal de 1945. La Paz, Tesis de Licenciatura en Historia. Universidad Mayor de San Andrés. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Carrera de Histo-ria, 2012, p. 128.
(11) Felipe Quispe Huanca. El indio en escena. La Paz, Pachakuti, 1999, p. 38.
(12) Fausto Reinaga. La revolución india. La Paz, PIB, 1969, p. 431.


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