Ayar Quispe*
(Texto extraído de:
AWQA Nº 2, 2014)
La superestructura,
el sistema ideológico del Occidente es una maquinaria férrea, que implacable se
apodera del cerebro indio, como la araña de la mosca. Y hace de la persona del
indio no un indio, sino un blanco-mestizo…Si llega un indio al
Poder, llegará pues como un blanco-mestizo
hecho y derecho. La historia es irrefutable. Benito Juárez, Andrés Santa Cruz,
Rafael Carrera, Franz Tamayo, cuatro personajes de grandes capacidades llegaron
a la Presidencia de la República; y los cuatro indios, indios de carne y hueso,
actuaron tal como si hubieran sido blancos-mestizos
al ciento por ciento.
Fausto Reinaga, La revolución india
Los “izquierdistas”
son políticos astutos, peligrosos y malicioso. Se valen de un sinnúmero de
resortes para frenar el derrote-ro de la liberación. Se trata de la aplicación
de nuevos métodos, más sutiles, de demagogia social y de embaucamiento
político. De esta última, es un buen ejemplo, la “invención” que hicieron de la
palabra: “Presidente indígena”. He aquí lo que dice Hugo Moldiz (2009):
[Esta] Bolivia
gobernada, por vez pri-mera en su historia, por un presidente indígena y con
protagonismo de las clases subalternas (1).
Así, los
“intelectuales q’aras” del gobierno nos quieren hacer creer que tenemos, de
todo en todo, un “Presidente indígena”, denominado Evo Morales Ayma, en la mal
llamada Bolivia. Pero, la invención de “Presidente indígena” no se lo hizo con
buenos o sanos propósitos, sino lo hicieron: a) para confundir, desorientar y
desmovilizar a los indios oprimidos; y b) para la continuación o conservación
de la opresión y dominación colonial.
Los “intelectuales q’aras” del gobierno han inventado la
imagen de “Presidente Indígena”, a partir de dos marcadores de identidad: 1) El
rostro, y 2) la indumentaria. Si nos referimos al atavío, esta no es un atavío
de un aymara o qhiswa, sino es una “chaqueta” de los españoles, de la época
colonial. En cambio, el “rostro” es irrefutable, ya que lleva los aspectos
físicos del propio indio. De esta forma, Evo Morales se presenta con toda
ostentación ante la población, como “Presidente Indígena”; en donde no hay
ninguna duda o rechazo. Resulta, sin embargo, que Evo Morales no había sido tan
indio como los otros indios, porque cultural y políticamente es “blanco”; es un
“indio desindianizado” o q’aratizado; es un indio que está fuera de su
pertenencia identitaria. Jupax ina
q’araq’ar tuku-takixiwa. Dicho de otro modo: Evo Morales piensa, siente y
hace tal como piensa, siente y hace Francisco Pizarro o Vicente Valverde.
Quiero ilustrar este aspecto mediante tres ejemplos:
1) El idioma. Evo
Morales Ayma desde que se posesionó como Presidente de Bolivia, nunca se lo
escuchó hablar (o pronunciar) el idioma aymara, en los lugares aymaras; pese a
que se jacta de ser aymara del ayllu Sulka (Cantón Orinoca, Departamento de
Oruro) (2) . Solamente ha
“chapurreado” el castellano. En este orden de ideas, Felipe Quispe (2011)
secunda:
[U]n caso patético
está en la vitrina política: es el del estrafalario Evo Morales Ayma, quien no
habla ni aymara ni quechua, sólo el castellano, por lo que al igual que los
blancos sólo se entiende mediante señas con el pueblo aymara. Ya se sabe y se
conoce bien que el idioma es la ideología, y la ideología es el pensamiento.
Entonces el Evo que piensa en castellano, es un presidente colonizado, no tiene
la esencia y presencia indianista del Ayllu
(3).
Se tiene que usar el
término “síndrome del avergonzado” para caracterizar la actitud de Evo Morales
Ayma. El avergonzado es un tipo de personalidad que está presente entre los
indios. Este término viene de la palabra aymara phinq’asitawa; se la emplea
básicamente para designar a aquellos indios que por corte-dad de ánimo se
niegan a utilizar como aymaras su propia idioma, vestimenta, música, etcétera.
A tenor de lo anterior podemos decir en aymara: Yaqhip aymaranakax, kunatsa kawkitsa ina phinq´asipxtanwa. Esta
forma de ser del aymara es el resultado de la situación colonial en la que
vivimos; donde lo q’ara vale más
porque es del opresor y lo indio vale
menos porque es del oprimido. En razón de esto, el indio no va preferir lo indio, sino lo q’ara.
No cabe duda, que Evo
Morales (al igual que cualquier indio del campo o la ciudad) sufre hondamente
(o está contagiado con) el “síndrome del avergonzado”. De ahí que, Evo Morales
está más interesado en hablar solamente el idioma castellano y no así el idioma
aymara; de esta forma, claro está, quiere mantener en pie la supuesta
superioridad del idioma q’ara y, con
ello, apoya de forma manifiesta la situación colonial. Es más, Evo Morales con
hablar solamente el idioma castellano, no sólo niega a nosotros mismos, sino
niega el idioma de nosotros mismos. Es una actitud que va contra lo propio; lo indio.
2) La religión. Resulta interesante asomarse a
la actividad religiosa del presidente Evo Morales, para conocer su actitud
frente al Dios y la Iglesia de los q’aras.
Lo cierto es que Evo Morales no muestra una actitud contra la religión
católica, sino es partidario de ella. Parece que esa religión de los q’aras está enraizado profundamente en
su ser. De ahí que, tiene (o posee) un espíritu intensamente religioso. A causa
de esto, se declara públicamente como “católico”, el 12 de mayo de 2010:
Quiero expresar la
verdad: yo soy católico. El día sábado fui a la misa (en memoria) de mi papá y
de mi mamá (4).
Con indios menos
conscientes (y menos orgullosos) de lo
indio, nos encontraremos siempre en desventaja frente al opresor. De hecho,
esa fuerza anticolonial que va contribuir a la persistencia y vitalidad de lo indio tiene que nacer de nosotros, de
los indios oprimidos, sino vamos a seguir siendo q’aratizados inevitablemente. Pero, Evo Morales nos dirá que el
realiza algunas ceremonias y ritos a nuestros dioses, en cada acto político del
MAS (u otras similares). Esta actitud y acción que demuestra, no significa que
está del todo con la religión cósmica-telúrica(5), sino que es una máscara que se está poniendo momentáneamente
con el fin de aparentar (es decir, es simplemente demagogia). También no
expresará que también le está defendiendo. No; no es verdad. Que-rerdefender
nuestra religión, desde la religión que ha venido del occidente, es pura
nadería. Defender lo indio desde
nuestra religión cósmico-telúrica, es bañarse con lo nuestro, es ir con los
indios oprimidos.
3) El Himno Nacional de Bolivia. El Presidente
Evo Morales está “re-colonizando” o “re-bolivianizando” a los indios, pues está
obligando a cantar el himno nacional de Bolivia con el puño izquierdo levantado
hacia arriba y la mano derecha en el pecho; tal como sucedió en una concentración
multitudinaria realizada en Chuquisaca, el 27 de marzo de 2010:
El MAS ha instituido
cantar el himno nacional con el puño izquierdo levantado porque representa la
liberación y la lucha de nuestros antepasados […]. Así como los militares
cantan el himno nacional y los revolucionarios cantamos con el puño arriba […]
la próxima que venga voy a empezar a controlarlos. Al primer compañero que no
está con su puño izquierdo arriba voy a pensar que es pro yanqui, pro
capitalismo, pro imperialismo (6).
Este discurso
político de Evo Mora-les, sin duda alguna, exige una mayor lealtad de los
indios que son partidarios del MAS hacia el gobierno y, por eso, pretende que
sean imitadas el porte (o la seña) de los izquierdistas. No hay nada que pueda
impedir esta determinación, porque este hecho colonial que se manifiesta parece
ser para el presidente, como algo que así es y así debe ser. Sin lugar a dudas,
Morales es prisionero activo de las formas coloniales que sustenta y ama el q’ara.
No lo importa si los indios vayan por el camino de la descolonización; lo más
importante para él es que canten el himno nacional de Bolivia, “levantando el
puño izquierdo en alto”. Esta actitud nos demuestra que la colonización ya no
viene del blanco, sino del mismo indio. De modo que, Evo Morales como
presidente es un fraude y una traición. Mä
sallqa jaqiwa. (En resumidas cuentas, Evo Morales es un presidente
colonialista). Para decirlo con las propias palabras de Fausto Reinaga: “(…) en
vez de asimilarse al indio, hablando en indio, sintiendo en indio, pensando en
indio;… hace lo contrario. Su esfuerzo lo vuelca en asimilar al indio a la
sociedad mestiza”(7).
Según el Breve diccionario político (1983), define la
palabra himno como aquella “obra
poético-musical que glorifica la patria, el Estado, los acontecimientos
históricos y sus protagonistas. Es símbolo del Esta-do”(8). De manera que, el himno nacional de Bolivia es un medio de
bolivianización. Su canto y letra están construidos solamente con el objeto de
crear en el indio un sentimiento patriótico: “el de ser boliviano”. Es una
manera sutil y eficaz de hacer olvidar a los indios de su per-tenencia
identitaria: “el de ser qullasuyano”.
Por tanto, este “himno de los bolivianos” es un himno contra nuestra patria
ancestral, llamado Qullasuyu. Vistas
así las cosas, no debemos cantar ese (o “su”) himno de nuestros opresores; más
bien, tenemos que seguir este mandato de Felipe Quispe Huanca: “Si es del q’ara
para el q’ara y si es del indio para el indio”(9). Son palabras que nos van ayudar enormemente a los indios
oprimidos a “activar la descolonización”, en este tiempo y espacio. Si esto es
así, no guardemos esas expresiones sabias para el silencio, sino tenemos que utilizarlo
frecuentemente en este “Tiempo de la opresión”. Y podemos añadir. No es posible
ir a la liberación sin buscar y sin mirar la descolonización. El indio tiene
que encontrarse con la descolonización. Descolonización es hacer que lo nuestro
sea nuestro; es hacer que lo propio sea propio. Por ejemplo, que el Qullasuyu sea Qullasuyu. Sólo así garantizaremos la presencia, permanencia y
continuidad de lo que fuimos y somos.
Ahora bien, en los
indios hay una actitud diferente hacia el himno nacional de Bolivia, pues ésta
por no expresar el sentir, accionar y vivir del indio, no lo cantan y hasta es
re-chazado por ser un “himno bolivianizante”. He aquí una muestra de ella:
Felipe Quispe Huanca, como ex- Secretario Ejecutivo de la CSUTCB, “cada vez que
se llevaba eventos trascendentales, la contestataria Confederación Sindical
Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y sus afiliados de base,
al tocar el himno [nacional de Bolivia] no lo cantaban ni siquiera mascullaban
en aymara, más bien se callaban. De ese modo, el ente sindical tuvo que obviar
y considerar a ese himno como una simple imposición de los opresores a las
masas indias”(10). Más todavía. El
indio que es partida-rio del indianismo, obviamente, nunca va levantar el puño
izquierdo, más bien, levantarán los dos puños (izquierda y derecha) en alto;
esto lo realizará cuando está prestando el preceptivo juramento de fidelidad al
partido u organización indianista. Este punto también lo ha subrayado Felipe
Quispe, haciéndonos conocer un “acto de juramento” realizado en el MITKA, el año
de 1978: “[El indio] sella con un acto sagrado, jurando de pie con los dos
puños en alto y se transforma en un nuevo militante del MITKA. Con esta
actitud, va dejando la ideología colonizante; es una nueva forma de toma de
con-ciencia para aquellos personajes que habían pululado en busca de un movimiento
político propio”(11). Por supuesto,
esta práctica (o acción) nos demuestra que los “indianistas” no “son el eco de
ecos, gesto de ges-tos, y gesta de gestas de las corrientes ideológicas, moldes
y estilos de Europa…”(12), sino que
sienten atracción por lo propio (o lo
indio).
NOTAS:
(1) Hugo Moldiz. Bolivia en los tiempos de Evo. Claves para entender el proceso boliviano.
México, Ocean Sur, 2009, p. 8.
(2) Luis Báez y Pedro de la Hoz. Evo, espuma de plata. Cuba, Plaza, 2008,
pp. 272-273.
(3) Felipe Quispe Huanca. “Resistencia ay-mara”.
En: Lois M. Meyer y Benjamín Maldonado A. Comunalidad,
educación y resistencia indígena en la era global (Coordinadores). Un diálogo
entre Noam Chomsky y más de 20 líderes e intelectuales del continente
america-no. México: CMPIO/CSEIIO/Secretaria de Asuntos Indígenas, 2011, p.
110.
(4) http:www.eldeber.com.bo/2010/2010-
05.../vernotaahora.php?id... (consultado el 17-09-2011).
(5) Fausto Reinaga utiliza este término para
referirse a nuestra religión.
(6) http: eju.tv/.../evo-compañero-que-no-levante-el-brazo-izquierdo-...-
(consultado el 17-09-2011).
(7) Fausto Reinaga. Tesis india. La Paz, PIB, 1971, p. 82.
(8) Breve
diccionario político. URSS, Progre-so, 1983, p. 228.
(9) Felipe Quispe utiliza siempre esta frase en
sus cursos que realiza sobre la “descolonización.
(10) Felipe Quispe Huanca. El Primer Congreso Indigenal de 1945. La Paz, Tesis de
Licenciatura en Historia. Universidad Mayor de San Andrés. Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación. Carrera de Histo-ria, 2012, p. 128.
(11) Felipe Quispe Huanca. El indio en escena. La Paz, Pachakuti, 1999, p. 38.
(12) Fausto Reinaga. La revolución india. La Paz, PIB, 1969, p. 431.
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