Felipe Quispe Huanca
La Confederación
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), en su condición
de matriz de los trabajadores del agro, y como máxima instancia superior de las
rebeliones de 2000 a 2005, generó las grandes movilizaciones contra el sistema
capitalista e imperialista; fue apasionadamente indoblegable e imposible de
comprar y sobornar por los gobernantes de turno.
Efectivamente, la
CSUTCB, fue una organización de esencia y presencia real de las Naciones
Originarias y Autóctonas. Mantuvo su vida orgánica con marchas callejeras,
bloqueos de carreteras, huelgas de hambre y cerco a las ciudades de La Paz,
hasta tumbar a los gobiernos dóciles y serviles de las empresas transnacionales
y multinacionales e imperialistas. En el año 2001 derrocamos al dictador Hugo
Banzer Suarez, 2003 al estadounidense Gonzalo Sánchez de Lozada y 2005 a Carlos
Mesa Gisbert. Estos elementos coloniales, tuvieron que capturar el poder
gubernamental por medio de golpes militares y fraudes electorales. Cuando
exigíamos que cumplan sus promesas, nos reprimían y nos masacraban como unos
animales, con las fuerzas policiales y militares.
En estas luchas más
radicales y sangrientas, contra los gobiernos de turno. Nunca faltaron
dirigentes que tenían militancia en los partidos políticos de
Izquierda-Derecha. Estos dirigentes no podían atentar contra los intereses de
la casta dominante. Por eso incumplían los mandatos de las bases.
Por ende, podemos
señalar con el dedo acusador al propio Presidente Evo Morales Ayma, angurriento
del poder político, hizo su paralelismo sindical, anduvo siempre amarrados a la
cola de las ONGs, Como ser: CESA, CIPCA, PADEM, CEJIS, ALAS, CEDLA, UNITAS,
PUEBLO, etc. Realizó un trabajo sindical cocalera por cerca de dos décadas.
Morales, como dirigente sindical fue un perfecto Maquiavelo; mentiroso,
calumniador, serruchador y destructor de los nuevos líderes. Porque a él, no le
gusta que lo rebasen, y le gusta tener “ovejas” en su entorno.
Recuerden, que poco
antes de la estrepitosa caída de Gonzalo Sánchez de Lozada (alias Goni), Evo
Morales declaraba por medios comunicacionales oral y escrita, con estos
términos: “Que el bloqueo de caminos solo era una locura del Mallku me llamó
sarcásticamente “loco”, sólo porque estaba destruyendo a los partidos neoliberales.
Cosa que Morales no pudo hacerlo ni supo comprender en lo político e ideológico
al indio Mallku y sus acciones revolucionarias anticapitalista y
antiimperialista.
Gracias a esa “locura
del Mallku”, la CSUTCB, empezó sus acciones Comunitarias a partir del 2 de
septiembre de 2003, con bastante humildad, aunque asquerosamente agobiado por
el Partido MAS-Evo y el 17 de octubre de 2003 tumbamos del poder al sanguinario
Gonzalo Sánchez de Lozada, con un precio de 67 muertos y 400 heridos, todos
ellos alteños y provincianos, que han derramado su sangre indeleble para
derrocar a uno de los mejores caballitos de las empresas transnacionales,
multinacionales e imperialistas.
En esta rebelión de
2003 ¿Dónde estaba Evo Morales Ayma? ¿Qué hacían los MASistas? ¿Por qué no se
sumaba a la lucha del pueblo?
Sencilla y
llanamente, era parte del gobierno del MNR, MIR, NFR en el parlamento. Por eso,
Evo Morales en plena lucha sacrificada y dolorosa, ha preferido escaparse a
Libia, pisando sangre y cadáveres. No estuvo dispuesto a todo, así venga la
muerte o la vida. Luego, pasó a Ginebra y finalmente estuvo en Caracas
Venezuela feliz y contento, al lado de su Jefe político del extinto Presidente
Hugo Chávez Frías. ¿Acaso hubo movilización en Chapare? ¿Acaso los militantes del
MAS estaban luchando en las calles alteñas? ¡No! Los MASistas se esfumaron del
escenario de las confrontaciones, en otras palabras más apropiadas, se
mantuvieron ocultos debajo de la pollera de sus mujeres, nunca se ha visto en
cuerpo y espíritu en las trincheras del combate.
Aún peor los corifeos
y acomodadizos estaban pasando su vida burguesa con sus buenas hembras, en las
zonas aristocráticas y exóticas: Álvaro García Linera, Juan Ramón Quintana,
Carlos Romero Bonifaz, Héctor Arce Zaconeta, Hugo Siles, Alfredo Rada, Roberto
Aguilar Gómez y demás herederos de los españoles, que hoy por hoy con el
disfraz indigenista amasan fortunas a calor político.
Los MASistas se
bajaron sus pantalones para los ogros gringos del Imperio. En 14 años no
pudieron extraditar a los carniceros: Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos
Sánchez Berzaín. Eso sí, habían sido muy buenos para encarcelar a los 23
achacacheños. Con que cara van a recordar la guerra del gas. En este sentido,
repudiamos y condenamos al gobierno represor y vende patria.
LIBERTADA PARA LOS 23
PRESOS POLÍTICOS DE ACHACACHI.
“VOLVEREMOS A LOS
CAMINOS CARRETEROS”
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