Felipe Quispe Huanca
Ayer el Gral. Mariano
Melgarejo Valencia, mantuvo, a sangre y fuego el poder político, con estas
expresiones: “Sepan que la Constitución de 1861, que era buena, me la metí en
el bolsillo izquierdo, y la Constitución de 1868, que es mejor según estos doctores,
ya me lo metí en este bolsillo derecho”. “Y sepan todavía mandaré en Bolivia
hasta que me dé la gana; y al primero que me la quiere jugar, le hago patalear
en medio de la plaza”.
Actualmente, el
Presidente Evo Morales Ayma, con dientes y uñas, pretende mantenerse en el
poder; con represiones, engaños y mentiras. En su primer fuste discursivo,
dijo: “Estamos tomando el poder para 500 años”. Con esta expresión, ya se lo
metió en el bolsillo izquierdo, la Constitución política del Estado de la
República de Bolivia de 1826 y con sus 17 reformas. Y con su repostulación,
también se lo metió al bolsillo derecho, a la nueva Constitución Política del
Estado Plurinacional de 2009.
El referéndum del 21
de febrero de 2016, se lo tiró al basurero de la historia. ¡Qué ñoñería! ¿Dónde
está ese almibarado discurso? “Yo mandaré obedeciendo al Pueblo”. (Copiándose
las frase del Sub Comandante Marcos de EZLN-México).
La politiquería
MASista, es disimile de Melgarejo. Evo, como buen sindicatero: hace patalear a
los achacacheños, cocaleros, mineros, médicos y a los universitarios de la
UPEA, en medio de las calles céntricas de la Ciudad de La Paz. No fusila como
el Melgarejo así de frontón, sino su acción directa contra los opositores es
más sofisticado y fino. A los que bregan contra la corrupción, prostitución y
el narcotráfico lo encarcela con calumnias e injurias.
Los ex lumpen del
MAS, han descubierto el secreto de “vivir muy bien”, de la politiquería barata.
Ahora, segados por el vértigo del poder, lograron esa grotesca comedia de
repostulación de Evo Morales. Gracias a los mercenarios del Tribunal
Constitucional Plurinacional (TCP), quienes mañosamente vulneraron e
interpretaron la “Vía Libre”. Para que los del MAS-Evo, sigan batiendo el
record mundial en corrupción. ¿Qué te parece?
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